Los países del G7 emitieron un comunicado en el que señalaron: «Confirmamos que los activos soberanos de la Federación Rusa en nuestras jurisdicciones permanecerán inmovilizados hasta que la Federación Rusa pague por los daños que ha causado a Ucrania».
Los firmantes del comunicado saludaron la decisión de la UE de adoptar un mecanismo para almacenar los ingresos generados por estos activos y alentaron «nuevas medidas para permitir su uso».
Los bancos internacionales, tratando de evitar problemas legales, se están comunicando con Gran Bretaña para establecer ciertos principios legales antes de transferir fondos rusos congelados a Ucrania. Se desconoce la cantidad total de dinero ruso congelado en Gran Bretaña, pero se dice que asciende a 26.000 millones de libras esterlinas.
La prioridad para los bancos es alguna forma de protección legal o compensación contra cualquier demanda futura de Rusia contra instituciones financieras individuales involucradas en la confiscación de activos.