Los funcionarios ucranianos esperan que el FMI presione esta semana al país hacia una devaluación más rápida de la moneda, tasas de interés más bajas y un aumento de los esfuerzos de recaudación de impuestos para cerrar el déficit presupuestario del país. Estas medidas tienen como objetivo aumentar los ingresos presupuestarios de Ucrania en moneda local y hacer que los préstamos sean más baratos para el Ministerio de Finanzas.
El resultado de la misión en el trabajo de Kyiv, que comenzó el 4 de septiembre, podría ser la asignación de 1.100 millones de dólares a Ucrania si los empleados del FMI determinan que Ucrania está alcanzando los indicadores objetivo del programa y tiene fondos suficientes y capacidad para satisfacer sus necesidades financieras.
Sin embargo, como señala Bloomberg, el Banco Nacional de Ucrania no quiere que la grivna se debilite. La moneda ya ha perdido más del 10% desde octubre. La medida pondrá en tela de juicio la capacidad del banco central para mantener la estabilidad de precios. Un tipo de cambio en aumento y mayores impuestos también tendrán un costo político, ya que la población se enfrenta a los efectos de la guerra.