El Fondo Monetario Internacional ha rebajado sus previsiones sobre las perspectivas de desarrollo de la economía mundial y las ha calificado de más pesimistas. El FMI ha identificado las razones principales de esto: el endurecimiento de la política monetaria en un contexto de inflación persistentemente alta, crecimiento económico débil en China, interrupciones en el suministro y falta de seguridad alimentaria causada por la invasión rusa de Ucrania. En consecuencia, la institución prevé un crecimiento económico en 2023 de solo un 2,7%, un 0,2% menos que la previsión anterior. Los desafíos que enfrenta la economía mundial son enormes. El debilitamiento de los indicadores económicos indica nuevos problemas, agregó el FMI.