Las conclusiones del Consejo Europeo, aprobadas tras una reunión con la participación de los líderes de la UE el 17 de octubre en Bruselas, destacan la importancia de cumplir con los compromisos de proporcionar, junto con los socios del G7, unos 45.000 millones de euros (50.000 millones de dólares) antes de finales de año para apoyar las necesidades actuales y futuras de Ucrania.
«Según la legislación de la UE, los activos de Rusia deben permanecer inmovilizados hasta que Rusia ponga fin a su guerra agresiva contra Ucrania y la compense por los daños causados por esta guerra», dice el comunicado.
Sin embargo, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, volvió a bloquear los intentos de la UE de cambiar el régimen de sanciones a Rusia, un paso necesario para atraer una importante contribución estadounidense al préstamo de 50.000 millones de dólares a Ucrania. En la cumbre de la UE en Bruselas, Orbán se negó a ceder, cumpliendo su promesa de retrasar una decisión hasta después de las elecciones estadounidenses.
Orbán es un partidario declarado de Donald Trump, quien critica la ayuda financiera que se ha otorgado a Ucrania.