El Consejo de la OTAN y Ucrania se reunirá a nivel de embajadores el 26 de noviembre en la sede de la Alianza a petición de Ucrania. La reunión se celebra en respuesta al primer uso por parte de Rusia en Ucrania de un misil balístico experimental Oreshnik, basado en el antiguo misil balístico intercontinental Rubizh. En un principio se supuso que en el ataque se había utilizado el misil Rubizh, pero más tarde Putin declaró que se había utilizado por primera vez el misil de alcance medio Oreshnik.
La Casa Blanca aseguró que el ataque ruso con este misil no frenará el apoyo a Ucrania por parte de la actual administración estadounidense. La portavoz de la Casa Blanca, Karin Jean-Pierre, subrayó que la ayuda estadounidense tiene como objetivo reforzar las capacidades ucranianas y adoptar «la mejor posición posible en el campo de batalla». La OTAN también declaró que tales acciones de Rusia no cambiarán el curso del conflicto y no disuadirán a los aliados de la Alianza de seguir apoyando a Ucrania.
El ISW señaló que el uso del misil Oreshnik por parte de Rusia tiene como objetivo demostrar su fuerza y reforzar su amenaza nuclear. Actualmente, Ucrania no cuenta con sistemas de defensa aérea capaces de derribar este tipo de misil balístico.