Como señaló el vicepresidente del BNU, Serhii Nikolaychuk, a los cambios positivos contribuyó la situación en el sector agrícola. «En los últimos meses, la inflación ha estado cayendo más rápidamente de lo que predijimos en nuestro pronóstico macroeconómico de julio», dijo.
En cuanto al PIB, la situación también es mejor de lo que esperaba el BNU en julio. «El principal factor de la baja inflación es la cosecha mayor de lo esperado, lo que hace bajar significativamente los precios de los alimentos», dijo Nikolaychuk. El BNU anunciará las cifras exactas después de la reunión del consejo directivo sobre el tipo de descuento del 26 de octubre.
En julio, el Banco Nacional predijo que la inflación a finales de año sería del 10,6%. Pero en agosto, la inflación anual se desaceleró al 8,6%. En cuanto al PIB, en julio el regulador esperaba un crecimiento final del PIB del 2,9%.
Además, en el contexto de los últimos cambios situacionales, el BNU predice que la transición a una flexibilidad cambiaria controlada deteriorará temporalmente las expectativas de inflación. Después de eso, la situación se estabilizará.