La semana pasada, el Servicio Estatal de Estadística anunció que la inflación al consumidor se aceleró al 7,5% anual en agosto desde el 5,4% en julio. En términos mensuales, los precios aumentaron un 0,6%. Sin embargo, el NBU señaló que la tasa de crecimiento real de los precios fue ligeramente superior a la trayectoria prevista por el regulador, y la presión inflacionaria fundamental se intensificó más de lo previsto.
La inflación más rápida se debió a peores cosechas y al impacto del aumento de los costos empresariales de las materias primas, la energía y los salarios. La presión sobre los precios también se vio apoyada por los efectos de arrastre del debilitamiento del tipo de cambio de la grivna en los meses anteriores, explicó el Banco Nacional. Según el regulador, la presión inflacionaria persistirá en los próximos meses por las mismas razones.
«La política monetaria del NBU seguirá encaminada a mantener la inflación en un nivel moderado este año y devolverla al objetivo del 5% en los próximos años», enfatizó el Banco Nacional.
Esto se verá facilitado por las medidas del Banco Nacional de Ucrania destinadas a proteger los ingresos en grivnas y los ahorros de los consumidores de la inflación y garantizar la estabilidad del mercado de divisas.