El informe del Banco Mundial sobre las perspectivas económicas mundiales señala que, incluso sin una nueva crisis a gran escala, se espera que el crecimiento mundial se desacelere significativamente en 2023 en medio del fortalecimiento de varios factores negativos. Estos factores incluyen las políticas de algunos gobiernos destinadas a controlar la inflación muy alta, el empeoramiento de las condiciones financieras y los problemas económicos causados por la invasión a gran escala de Ucrania por parte de la Federación Rusa. Los autores del informe dicen que mitigar los riesgos de una recesión a gran escala requiere esfuerzos urgentes a nivel mundial y nacional y abordar los problemas de deuda en las economías en desarrollo. Después de todo, el nivel de crecimiento de la inversión puede ser inferior al promedio de las últimas dos décadas. Según el Banco Mundial, las autoridades de los países en desarrollo deben brindar apoyo financiero a los grupos vulnerables, garantizar que las expectativas de inflación permanezcan firmemente ancladas y garantizar que los sistemas financieros mantengan la estabilidad.