En los primeros meses de 2025, es probable que la inflación siga acelerándose debido a la disminución de las cosechas, la presión del gasto empresarial en suministros energéticos y mano de obra y los efectos de un tipo de cambio más débil de la grivna, dice un pronóstico del NBU.
También reconoce que la tasa de inflación del 12% a finales de 2024 resultó ser superior a la previsión del 9,7% publicada en el Informe de Inflación de octubre. Sin embargo, el Banco Nacional espera que la inflación vuelva a una trayectoria de desaceleración sostenida en la segunda mitad de 2025 y se mueva hacia el objetivo del NBU del 5%.
La desaceleración de la inflación se verá facilitada por las medidas de la política de tipos de interés y de tipo de cambio del Banco Nacional, el aumento de las cosechas, la mejora de la situación energética, la disminución del déficit fiscal y la moderada presión de los precios externos.
El NBU presentará un pronóstico actualizado sobre la dinámica de la inflación el 23 de enero.