La jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, acusó a Rusia de jugar con las negociaciones de paz y pidió una mayor presión sobre Moscú, que volvió a atacar a Ucrania la noche del 12 de mayo.
«Debemos presionar a Rusia para que realmente desee la paz, para que se siente a la mesa y dialogue con Ucrania. Si continúan bombardeando Ucrania constantemente, si no hay un alto el fuego, entonces no puede haber conversaciones bajo fuego», enfatizó.
El ministro de Asuntos Exteriores británico, David Lammy, elogió al presidente Zelenski por su disposición a negociar y afirmó que «ahora es el momento de que Putin se tome en serio la paz en Europa, el alto el fuego y las negociaciones».
Mientras tanto, los analistas señalan que la reacción del Kremlin a la propuesta de alto el fuego de 30 días demuestra que Moscú sigue planteando exigencias de larga data a Kyiv e insiste en la rendición, cambiando solo la redacción de sus condiciones, pero no el contenido. Putin vuelve constantemente a imponer ultimátums que Ucrania no puede aceptar. Esta postura del Kremlin imposibilita cualquier avance real hacia una solución pacífica.
ISW mantiene una opinión similar, señalando que, a pesar de las declaraciones de «disposición a negociar», Rusia continúa con sus ofensivas, bombardeando masivamente posiciones militares ucranianas.