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El acuerdo minero entre Ucrania y Estados Unidos ha dividido a la élite política rusa en dos facciones respecto a la continuación de la guerra.

Kirill Dmitriev and Vladimir Putin.

The mineral deal between Ukraine and the US has split Russia's political elite into two factions regarding the continuation of the war.

El acuerdo sobre el desarrollo de recursos naturales, alcanzado por Estados Unidos y Ucrania tras dos meses de intensas negociaciones, ha generado inquietud en el Kremlin. La élite rusa teme la creciente cercanía entre el presidente Zelenski y Donald Trump y cree que el Kremlin podría perder la oportunidad de lograr un acuerdo favorable para poner fin a la guerra con Ucrania.

Aumenta la presión sobre Putin para que, al menos, dé la impresión de estar dispuesto a hacer concesiones. De lo contrario, Rusia se enfrenta a la amenaza de un nuevo paquete de sanciones estadounidenses, lo que supondría un duro golpe, dado que el déficit presupuestario ya está aumentando. Las autoridades afirman que Rusia ha logrado hacer frente a las sanciones, pero las preocupaciones están aumentando.

Quienes propugnan la paz en el Kremlin insisten en que Putin debe aceptar las condiciones de Trump: congelar la guerra en el frente a cambio del reconocimiento de Crimea y el levantamiento de las sanciones. Mientras tanto, el sector más agresivo sigue abogando por la continuación de la lucha.

Simultáneamente, el presidente Zelenski y el primer ministro Denys Shmyhal han declarado que el acuerdo sobre el subsuelo podría facilitar nuevos envíos de sistemas de defensa aérea estadounidenses a Ucrania.

 

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