En su ataque a Ucrania, Rusia lanzó 151 armas aéreas distintas con un coste total de 677 millones de dólares. Las defensas de Ucrania destruyeron 55 drones y 37 misiles.
Como resultado del ataque, resultaron dañadas instalaciones energéticas y redes de transporte de gas pertenecientes a empresas estatales y privadas, y se introdujeron cortes de energía de emergencia en ocho regiones.
Los rusos atacaron la central hidroeléctrica más grande de Ucrania, DniproHPP, en Zaporizhzhia, y la alcanzaron con ocho misiles. Como resultado, Ukrhidroenergo perdió el 20% de su capacidad.
Entre las ciudades afectadas, Járkov se quedó sin electricidad debido al ataque.
Además, en la mañana del 24 de marzo, Rusia atacó una instalación subterránea de almacenamiento de gas propiedad del Grupo Naftogaz en el oeste de Ucrania durante un ataque con misiles y drones, lo que subraya las amenazas que plantea la guerra al sistema energético del país. Además, un cohete ruso voló hacia el territorio de Polonia, permaneció en el cielo de Polonia durante 39 segundos y cambió su rumbo hacia Lviv.
La infraestructura portuaria de la región del Danubio también fue objeto de ataques. Esa noche, las defensas aéreas destruyeron 43 de 57 objetivos aéreos enemigos sobre Ucrania.