Cuarenta y seis expertos occidentales, personal militar y diplomáticos, incluido el ex subsecretario de Estado de los EE. UU. Stephen Bigen y el representante especial del Departamento de Estado de los EE. UU. para Ucrania, Kurt Volker, firmaron una carta en vísperas de la cumbre de la Alianza en Vilna en la que pedían a Ucrania que recibir una hoja de ruta para la adhesión a la OTAN lo antes posible.
Según la carta, «En Vilnius, la Alianza debe lanzar una hoja de ruta que conduzca claramente a la membresía de Ucrania en la OTAN en el menor tiempo posible. Como en el caso de Finlandia y Suecia, este proceso puede pasar por alto el Plan de Acción de Membresía, dado la estrecha y constante interacción entre la OTAN y Ucrania».
Los autores señalan que la presencia de Ucrania en la zona gris de la incertidumbre provoca la agresión rusa en un momento en que Putin aún no ha renunciado a su objetivo de establecer el control sobre Ucrania. Los firmantes de la carta piden que se tomen medidas para que Ucrania gane la guerra y recupere el control total sobre sus fronteras reconocidas internacionalmente en 1991.