Han pasado seis meses desde que Ucrania suspendió definitivamente el tránsito de gas ruso a Europa. Sin embargo, la UE sigue comprando combustible ruso en cantidades significativas. Entre enero y junio de este año, se transportaron al menos 8.100 millones de metros cúbicos de gas ruso a Europa a través de la estación compresora Strandzha-2 en Bulgaria.
Todo este gas fluye a través de TurkStream, la única ruta que actualmente suministra gas ruso de forma sistemática a Europa. Aunque los funcionarios europeos hablan con frecuencia de reducir la dependencia de los recursos energéticos rusos, los volúmenes de tránsito revelan una historia diferente. Desde agosto de 2023, entre 1.200 y 1.500 millones de metros cúbicos de gas han circulado por esta ruta casi mensualmente. Las mayores cantidades se registraron a principios de 2025, con 1.535 millones de metros cúbicos en enero y 1.529 millones en febrero.
TurkStream es un gasoducto de exportación que suministra gas ruso a Turquía a través del Mar Negro. Su capacidad máxima de diseño es de 31.500 millones de metros cúbicos anuales.
La estación compresora Strandzha-2, situada en la frontera turco-búlgara, se encarga del bombeo de gas a Europa.