El precio récord del gas se ha atribuido al bajo nivel de suministro en los almacenes de gas subterráneos europeos, junto con la escasez de suministros de Rusia. Las bajas reservas en Europa podrían provocar posibles recortes de suministro. Hoy en día, los depósitos de gas subterráneos europeos solo se llenan a menos del 70% de su capacidad, lo que es un 15% más bajo que el nivel promedio durante los últimos cinco años.