El Alto Representante de la UE, Josep Borrell, señaló que la guerra agresiva de Rusia se considera una amenaza existencial para la UE. Por lo tanto, la decisión de solicitar préstamos conjuntos para financiar el apoyo militar ucraniano debe tomarse rápidamente y, al mismo tiempo, fortalecer la competitividad de Europa en sectores críticos de la industria de defensa.
Borrell afirmó que la UE gasta 14.400 millones de euros anuales en investigación y desarrollo en el ámbito militar, mientras que EE. UU. destina 130.000 millones. Las inversiones europeas están fragmentadas y distribuidas entre los países, y solo el 18% de los equipos de defensa europeos se encargan conjuntamente. Para remediarlo, la UE ha comenzado a combinar sus esfuerzos de producción defensiva. El Fondo Europeo de Defensa proporciona 8.000 millones de euros en siete años para la investigación en defensa.
Borrell agregó que la guerra en Ucrania demuestra que el uso de sistemas no tripulados, inteligencia artificial, capacidades espaciales y otras tecnologías innovadoras será decisivo en futuras hostilidades. Por eso, la UE está trabajando activamente para desarrollar su propia base tecnológica para no depender de terceros países.