El 18 de octubre, el presidente estadounidense, Joe Biden, se reunió con el presidente francés, Emmanuel Macron, el canciller alemán, Olaf Scholz, y el primer ministro británico, Keir Starmer, en Berlín. Los líderes prometieron «seguir apoyando a Ucrania en sus esfuerzos por garantizar una paz justa y duradera basada en el derecho internacional». Hablaron del plan de victoria de cinco puntos de Ucrania y de los planes para proporcionar ayuda militar y humanitaria adicional.
Sin embargo, como aclaró Joe Biden, no hay «consenso sobre armas de largo alcance» para Ucrania. En cambio, Biden y Scholz discutieron los esfuerzos para aumentar el apoyo militar a Ucrania y fortalecer su infraestructura energética civil «a través de los ingresos de los activos rusos congelados».
Antes de reunirse con el presidente estadounidense, la canciller alemana enfatizó que sus países apoyarían a Ucrania, pero se asegurarían de que la OTAN no se convirtiera en parte de la guerra.