La Junta del Banco Nacional de Ucrania ha decidido aumentar la tasa de política clave al 10% anual. Dado que muchos de los riesgos proinflacionarios se han materializado, se necesita una política monetaria más estricta para mejorar las expectativas de inflación y garantizar una desinflación constante hacia la meta del 5%. Habiendo alcanzado su punto máximo en el otoño de 2021, la inflación ha ido disminuyendo. Sin embargo, la caída ha sido más lenta de lo esperado y la presión inflacionaria subyacente ha aumentado.