Las instalaciones de almacenamiento de gas europeas están repletas y la demanda regional está cayendo a niveles no vistos desde principios de los años 80. Sin embargo, los precios siguen siendo elevados, habiendo alcanzado recientemente un máximo de ocho meses. El volumen actual de gas es suficiente si todo va según lo previsto. Si el invierno es normal o incluso más cálido de lo habitual y no se produce ningún problema, entonces las existencias actuales serán suficientes. En tal escenario, los precios del gas natural podrían caer significativamente antes de Navidad o principios de enero, cuando habrá terminado un tercio de la temporada. Actualmente, los precios son de 40 euros por MWh y pueden bajar a 30-25 euros. Sin embargo, existen algunos riesgos:
- Clima. Los meteorólogos predicen un invierno con La Niña, que traerá a Europa temperaturas más frías de lo normal, lo que determinará esta estación que comenzará en octubre o noviembre. Por lo tanto, Europa podría enfrentarse a un invierno típico o incluso más frío de lo habitual.
- Gas ruso. Austria, Eslovaquia, Hungría e Italia siguen dependiendo de Moscú para el suministro de gas. El contrato de tránsito a través de Ucrania vence a finales de 2024 y todavía no está claro qué ocurrirá a continuación.