Como escribe Politico, una ola de ataques de drones ucranianos contra refinerías de petróleo en la Federación Rusa ha llevado al país petrolero más grande del mundo a comenzar a quedarse sin combustible. Como resultado, los precios del combustible diésel en el Estado agresor han aumentado considerablemente, casi un 10% durante la última semana. Los precios de la gasolina también alcanzaron un máximo de seis meses, subiendo más del 20% desde principios de año.
Además, Rusia redujo sus exportaciones a un mínimo casi histórico, enviando un poco más de 712.000 toneladas de combustible diésel y gasóleo la semana pasada.
Mientras tanto, la noche del 1 de mayo, drones ucranianos atacaron la refinería de Riazán, situada a 500 kilómetros de la frontera con Ucrania, en lo más profundo de Rusia. Business Insider señaló que, con estos ataques, Ucrania corre el riesgo de distanciarse de su aliado más poderoso, Estados Unidos. Al mismo tiempo, la actual ayuda estadounidense no permitirá a Ucrania ganar la guerra. Por lo tanto, Ucrania está buscando formas de debilitar a Rusia, lo que incluye ataques a su infraestructura energética.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Letonia subrayó que Ucrania recibió armas de algunos de sus socios, lo que le permitió atacar territorio ruso.