A partir de esta semana, el personal de servicio de todas las tiendas, restaurantes, cafés, farmacias y gasolineras debe dirigirse primero a los clientes en ucraniano. Los clientes no están obligados a utilizar el ucraniano y pueden comunicarse en el idioma que deseen, incluido el ruso o el inglés. Si una empresa se niega repetidamente a recibir a los clientes en ucraniano, estará sujeta a una multa de 200 dólares.